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miércoles, 16 de abril de 2008

Era casi polvo

Estoy cansada de estar
encaramada a mi cabeza
vigía de mi propia vida
espía de mi derrota
envidia de mi victoria

Alegre de poder
desde el abismo
verme ahí arriba
y de saberme capaz
de un regicidio

Tranquila de saber
que ahí abajo
saben del suicidio

Consolada de vivir

3 comentarios:

  1. Alicia, sin duda escribes. Y este poema tiene, raíz de alas rotas, sus cautivados y sus cautivos.

    Un beset,

    Viktor

    P.D.: con permiso lo pasé a mi blog. Merece un poco de nomadeo.

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  2. Gracias Víktor. Es poesía ya amarilleada, recordada y rescatada directamente de la servilleta encafetada. Mi ordenador estalló y perdí quince años de mi vida y con ellos el rastro de palabras que había dejado para no perderme. Algo queda, sin embargo. En bruto. Y su función es la misma: miguitas de palabras en el bosque de la red... para no perdeme, para no perderlas.

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  3. tomo nota, tiene su enjundia lo que comentas.

    Buen viernes,

    Viktor

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