lunes, 20 de octubre de 2008

Versos, besos, abrazos y naufragios


Hoy no estoy muy bien. Tras una semana de infarto poético y poco descanso he caído enferma, no tengo internet y las palabras se me quedan en el cuello, atrapadas entre las anginas. Han sido muchas las emociones y necesito organizarlas en mi corazón y en mi cabeza. Uberto recibió el amor de todos nosotros, nuestro reconocimiento y admiración: se llevó un barco abordado por los piratas naufragados de El Dorado y un trozo más de nuestro corazón (ya tenía un buen pedazo). Os lo contaré, lo prometo, pero vaya por delante el artículo, firmado por Xavi Aliaga, que ha salido hoy en la edición valenciana de El País.

Homenaje sorpresa a un agitador

"Pese a su extenso recorrido como poeta y agitador cultural, Uberto Stabile (Valencia, 1957) es un personaje poco dado a la autocomplacencia. Quizá por ello, la única forma de someter su rico perfil al reconocimiento público era pillarle desprevenido. Aprovechando una visita a Valencia el pasado fin de semana para presentar su nuevo libro, Línea de fuego (Brosquil, 2008), y dar a conocer la Red Internacional de Editores y Proyectos Alternativos (RIEPA), en la que trabaja actualmente, un grupo de poetas de su generación y de posteriores hornadas le tributaron un homenaje sorpresa la noche del sábado por su "contribución a las letras hispanoamericanas al posibilitar la edición a poetas noveles de uno y otro lado del Atlántico y facilitar la labor a las editoriales alternativas", explicaron los promotores, Alicia Martínez e Isaac Alonso, gestores del café literario El Dorado, lugar de la incruenta emboscada. Detrás del reconocimiento, nombres como Alfons Cervera, David González, Antonio Orihuela, Antonio Méndez Rubio, Yolanda Pérez Herrera, José Luis Falcó, Agustín Calvo Galán, Quique Falcón o Carla Badillo, entre otros representantes de dos o tres generaciones literarias."


Faltan muchos nombres (Evidentemente) no pueden ponerse todos en un reportaje, pero especialmente hay que destacar la labor de promoción del homenaje de Víktor Gómez (de quien, en primerísima instancia) nació la idea de reconocer la labor de Uberto y de crear los premios Náufragos de El Dorado; Lucía Boscá, que contactó con todos los amigos de Uberto y recopiló numerosísima documentación, la puso en orden y creó un completísimo Power Point (lo volcaré en Nínive en cuanto tenga una copia) que Uberto habrá podido degustar ya con calma con una buena copa de vino; Jesús Ge, Antonio Martínez i Ferrer, Quique Falcón, Laura Giordani, Arturo Borra, y todos los que además de recordar a Uberto, estuvieron presentes en cuerpo y alma entregados en El Dorado. También un cariñosísimo agradecimiento a Alex, que nos facilitó el portátil y su buen hacer frente a él.

De verdad, GRACIAS A TODOS Y especialmente GRACIAS STÁBILE.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Seguro que Uberto lo merece, seguro que los asistentes lo merecen también. Un verse a mitad del camino, un re-conocerse. Y tomar fuerzas para seguir.

Bien por tí, Alicia, por Lu y por Quique, por Arturo y Laura, por Miguel Morata, Antonio Martinez y Antoñita, por Mark y Mayka, por Román, por Jesus GE, por todas y tantas y todos y tantos que estuvieron en cuerpo y querencia o en pensamiento y complicidad.

Ahora queda lo mejor, seguir construyendo poco a poco y sin descanso nuestro presente, un presente infinito, como el amor, como la batalla.

Un beset

V

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Valencia es un caudal de poéticas. Entre los años 80-90 se vivió una euforia creativa y cultural que impulsaron jóvenes y no tan jóvenes artistas, músicos, profesores y poetas entre los que estaba Uberto Stabile. A mediados de los 90 y hasta hace unos pocos años la actividad cultural alternativa, desligada de los poderes mediaticos dominantes y de los cánones que impulsan los betsellers y la cada vez más televisada realidad de frikis, fashion y futbolandia. Los que resistían contra la culturilla evanescente, los que proponian poéticas que no eludieran la realidad, los conflictos humanos, las cuestiones colectivas, ya sean sociales, políticas o educativas, estos poetas que venian de la época creativa de los 80 atravesaron un desierto, mejor dicho un jardin desertizado, para llegar al S. XXI fortalecidos por su coherencia, por su infatigable búsqueda en la forma y en el sentido último e imprevisible del diálogo con el mundo, del choque con los límites del lenguaje y el conocimiento, con la beligerancia política que no se dejaba domar, reducir, banalizar. Así Quique Falcón, Antonio Méndez Rubio, uno desde las comunidades de base y el otro desde la Universidad y sus círculos concentricos, ambos entre los pocos o no tan pocos que esperan de la poesía un acompañamiento que no traicione a los que en la cívica contienda contra la pobreza y los fascismos intentan hacer de su tiempo y sociedad un lugar más justo y habitable, menos empobrecido. Suman otros autores, como Manel Rodriguez, Alfons Cervera, o poetas como Pedro Montealegre o Begoña Pozo. Y se va viendo en estos últimos 3 años un crecimiento en la ciudad de Valencia de agentes y contingentes de estas opciones vitales y creativas. Surgen poetas en escena como Laura Giordani, Arturo Borra, Antonio Martinez i Ferrer, Alvaro Yebra, Lu Bosca, Gari G. Alfaro, Jesús GE, Angus, Jenni, Mark, Mayka, Sergio Castillo, David Barbera, Nacho Messeguer, Berna Díaz, etc., que apuestan fuerte por una poesía alternativa, osada, con propuestas estéticas que inciden en la vida real, en las tensiones del metalenguaje y el ser que necesita comunicarse bajo otro signo que el que impone la publicidad, el poder, los perros del amo.

Aparecen con fuerza puntos de encuentro como la libreria Primado que bajo la coordinación de Miguel Morata ofrece espacio a estas corrientes emergentes, a estas voces feroces y libertarias, a este caudal de poéticas. Y se suma recientemente el Café Cultural El Dorado - Espacio Mae, que tan briosamente llevan Alicia Martinez e Isaac y que alberga un lugar donde se pueda expresar la voz de los artistas valencianos. Y está también la libreria Ubik, con sus joyitas literarias y sus entrañables actos culturales, a ellos se suma la Revista Bosteza, dardo certero y novedoso entre las publicaciones de esta península que presentará en noviembre su primer y muy esperado número y que se plantea como una revista viva e interactiva de expresión arriesgada y muy actual.

Algo pasa en Valencia... es poco lo que he reseñado, porque hay más. Personas como Lu Boscá, lugares como el Gato negro, artistas como Eddie J. Bermudez o agitadores como Felix Menkar por citar unos pocos, están abriendo brechas en una ciudad cementada, amurallada, como dijo Uberto,"más moderna y grande pero más gris". Esperemos se sigan abriendo brechas, que este caudal reviente las prisiones del fundamentalismo y neoliberal estructura. Que podamos respirar y arder. Vivir es arder. Y en Valencia algo empieza a arder, de nuevo.

Que siga.

Un beset, molts,

Víktor

Unknown dijo...

Algo pasa en Valencia... y en el resto del mundo. Sólo hay que verlo, contarlo y vivirlo, en cualquier orden. Las estructuras -económicas, culturales, históricas- han quedado huecas, se han vaciado de tanto usarlas. Hay que reinventarse y procurar que no se reinventen ellos, los de siempre.

Siento pena por no haber estado ahí.