miércoles, 27 de agosto de 2008

La insoportable estupidez de los poderosos

Me hago eco aquí íntegramente (y que conste que no lo suelo hacer, pero me temo que no alcanzaré el nivel de expresión de rabia de Pablo... ¡Ché, lo que está bien expresado, está bien expresado y punto!) de la entrada de Pablo do passo (gallego de pro)

Pablo dixit:
"Ayer me enteré. Y ayer me puse a escucharlos de nuevo. Tras mi salida del hotel Rejas no escucho tanto la radio como antes y Manolo H.H. con su inseparable Bergia, y el siempre interesante Bernardo Souvirón me distrajeron ratos y ratos.

Ahora resulta que los echan. Nos queda patalear, en forma de correos electrónicos a los eslabones débiles de la cadena, en este caso cadena de radio pública. Pueden intentarlo, yo ya he hecho mis deberes. Ya saben, y si no, se lo recuerdo, lo que opino yo de los defensores del pueblo, valedores do pobo y demás calaña. Mi experiencia ha sido que al único que defendían era al que los había puesto ahí. ¡Y vaya como lo defendían, con esa arma maligna de la burocracia, esa bomba de desesperación masiva!

Toda la información -no es cuestión de repetirse o duplicarse- en la bitácora de Gatopardo.

Si por algo se caracterizaban los programas de Manolo H.H. (antes escuchaba "De la noche al día") es por la absoluta libertad de los entrevistados. Se han hecho acusaciones durísimas a ciertas políticas de tirios y troyanos, a determinadas instituciones. Si los entrevistados tienen libertad para expresarse, es que los responsables del programa creen en esa libertad y hacen uso de ella. Sin bajar un ápice la calidad ni el humor. ¡Pero si hasta la música que escogían solía ser excelente! En fin, seguro que vuelven, en otro lugar, en otro tiempo, pero son animales radiofónicos que nadie puede desechar. Por muy zote que sea."

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