viernes, 14 de noviembre de 2008

“no-sé-porque-tanto-revuelo-por-una-muchacha”

No hay mejores palabras que las de Jesús: esa es su sencillez:

Vía El grito capicúa (Jesús Ge)

Llegué y me dijo:

- Pero, ven, háblame de ti.

Y yo pasé del escepticismo de “no-sé-porque-tanto-revuelo-por-una-muchacha” a establecer un vínculo afectivo con ella, un diálogo entre culturas, entre países, en intentar –ingenuo de mí- reponer en una conversación el daño histórico con las civilizaciones pre-colombinas.

Hablamos de la Historia, la Historia de las pequeñas historias, las culturas pre-incaicas –yo las desconocía-, las danzas folclóricas y ancestrales, la energía de la Tierra, la Pachamama.

Nombré Kitu –como ellos quieren llamar a su Tierra- y ella explotó en emoción y alegría. ¡Cuánta felicidad por una letra! ¡Cuánta energía!

Así transcurrió la noche, con su cuaderno verde, sus fotos secretas que desvelaba de vez en cuando (no todas, por supuesto), sus mensajes cómplices con Boscá, su mirada profunda, eterna, su sonrisa.

Volví a casa pensando: ahora entiendo el alboroto que genera esta Mujer en Tierra Firme, esta poeta de los sin-voz, esta caminante del Mundo, esta mujer Lagarto (no sé si lo cito bien).

Un abrazo y buen viaje, Carla!

1 comentario:

Jesús Ge dijo...

Gracias Alicia. Le dí muchas vuelta a cómo contar lo que me pasó en el encuentro con Carla. Y, al final, decidí contarlo tal cual lo sentí.
Así, sencillamente.

un abrazo.
Me quedo con aquella frase de que Carla se guarda muchas más cosas de las que entrega.