El pasado sábado, una quincena de poetas fuimos al Cabanyal comandados por Enrique Falcó para recitar por las casas de los vecinos que celebran, casi de forma amarga, las X Jornadas de Puertas Abiertas. Se trataba de acercar la poesía a la calle, de hacerla llegar a aquellos que necesitan palabras de lucha, de aliento, de esperanza, que necesitan saber que no están solos.
Fue una experiencia interesante por cuanto había personas que hacía tiempo que no se acercaban a un recital poético o abrían un libro de poemas y, sin buscarlo ellos, se toparon con las palabras.
El comando en el que participé, junto a Víktor Gómez, Arturo Borra, Jesús Ge y Lucía Boscà, fue hasta casi la orilla de la playa, junto a la mítica taberna La Pascuala, allá dónde Valencia se abrirá al mar en todo su esplendor. Estuvimos fantásticamente acogidos en casa de Maribel (preciosa casa de pescadores) donde pudimos visitar una interesante exposición artística que viaja por diferentes miradas del Cabanyal y su lucha (desde fotografías con camisetas en las que están los números de las casas que van a ser derribadas hasta archivos sonoros originalísimos o el mural gigantesco que venden a pedazos para recaudar fondos para su causa: salvar un barrio).
Para mí, que en estos momentos me planteo una poética de la llamada y la acción (anoche en la Jam de El Dorado hablábamos de 'atentados poéticos') fue un punto de inflexión (además luego fue el homenaje a Stábile y entre todos consiguieron que para mí fuera un día memorable)
Pero lo que yo quería contar es otra cosa: Cuando llegamos a casa de Maribel me encontré con este póster anunciando una gala nada usual en el Greenspace de Heineken. Me pareció increíble y me dije: realmente algo está cambiando en esta ciudad si esta fiesta sale adelante. Para mí la sorpresa fue el anuncio de la gala y pensar que el Ayuntamiento de Rita Barberá la hubiera permitido en un espacio que no deja de ser municipal. Lo siento, esa debería ser la normalidad pero no es a lo que estamos acostumbrados y me sorprendió. Pensé "Mira que enrollada la Rita".
¡Cuánto me equivocaba! Resulta que de eso nada de nada. Algún funcionario inútil o resabiao o 'rojo' (como lo llamarían ellos) debió traspapelar la comunicación del Greenspace sobre el acto al Ayuntamiento y éste ni sabía que la gala se iba a celebrar. ¡Vaya por Dios! Finalmente ha sido suspendida porque en el greenspace "sólo caben actos culturales, no políticos" y nosotros todos ¿Qué hacemos ante esto?
Para más info sigue este enlace
No hay comentarios:
Publicar un comentario