Viktor no nos habla desde fuera, no le oímos en voz alta, no hay gritos... hay una sangre que corre y se derrama en nuestro cuerpo desbordando la capacidad de las venas y descerrajando el corazón de los normales y de los no normales.
Aquí hay palabras. Y duelen.
Del prólogo:
...Como un recordatorio incómodo e incomodante, Víktor Gómez
inquiere en una geografía de la fractura, en la herida incesante que nombra nuestro presente y lo
construye como objeto enunciable...
Los Barrios Invisibles, Víktor Gómez (Valencia 2008)
“Un lenguaje hecho solamente de palabras caídas”I
Roberto Juarroz
DESNIVEL: abajo van todas las cosas y también este decir rueda, alejándose; rueda y cae.
II
VISTO desde aquí, qué alto es el silencio de los escombros. Piedras, arena, arbustos, tórtolas.
III
SI supiera decir otra vez sí con un habla nuevo y transparente. Sí, desde tan abajo: silla rota,
palabro.
IV
PERO no son alas, pies, son palabras. Besos parecen, porque la música, aún apozada, nos hace
temblar: brilla.
V
CON lenguaje caído, en este inhóspito hueco, visto el desquicio, el patio tan lejos del silencio: las
afueras del amor, la extranjería: burocracia y error.
VI
AMOR: las palabras caídas, virutas del torno, salto por encima de la fresadora y la silla, casi
hecha, se quiebra al nombrarla. No es un objeto.
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