Para que nada nos amarre,
que no nos una nada.
Ni la palabra que aromó tu boca,
ni lo que no dijeron las palabras.
Ni la fiesta de amor que no tuvimos,
ni tus sollozos junto a la ventana.
Para que nada nos amarre,
que no nos una nada.
Amo el amor de los marineros que besan y se van.
Dejan una promesa, no vuelven nunca más.
En cada puerto una mujer espera;
los marineros besan y se van.
Una noche se acuestan con la muerte en el lecho del mar.
Desde el fondo de ti y arrodillado,
un niño triste como yo nos mira.
Por esa vida que arderá en sus venas
tendrían que amarrarse nuestras vidas.
Por esas manos, hijas de tus manos,
tendrían que matar las manos mías.
Por sus ojos abiertos en la tierra,
veré en los tuyos lágrimas un día.
Amo el amor de los marineros que besan y se van.
Amor que puede ser eterno y puede ser fugaz.
En cada puerto una mujer espera;
los marineros besan y se van.
Una noche se acuestan con la muerte en el lecho del mar.
2 comentarios:
Esta versión de Sabina me encanta. La escuché en el CD de homenaje a Neruda. Excelentes todos, pero esta es de las mejor versionadas.
Durante un tiempo, mientras viajaba con el coche por esos caminos irrecuperables, escuchaba ese CD con las interpretaciones de Sabina y otros tantos buenos cantautores e intérpretes.
Un beset
Viktor
Esta versión de Sabina me encanta. La escuché en el CD de homenaje a Neruda. Excelentes todos, pero esta es de las mejor versionadas.
Durante un tiempo, mientras viajaba con el coche por esos caminos irrecuperables, escuchaba ese CD con las interpretaciones de Sabina y otros tantos buenos cantautores e intérpretes.
Un beset
Viktor
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