"Pero como es un político honesto, la constatación empírica de la existencia del obsequio tiene que ser efecto de una confusión en los términos: o los trajes no pueden ser regalo (¿los pagó?) o han de ser un regalo de tal especie (¿amistad pura y desinteresada?) que no sea incompatible con la honestidad del político."
Vamos apañaos. El voto, como en el caso Fabra, no penaliza, sino que más bien corrige y aumenta su declinación sobre el político espabilado, con recursos (ajenos) y con la gracia de saber mejor que nadie como desvestir lo real, como engalanar el ahora, y de qué manera subvertir la crisis en pantomima, la moral en morralla y el éxito en dispendios y rentas adquiridas por el rebote de la admiración de muchos ante la desfachatez lustrosa de unos pocos.
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"Pero como es un político honesto, la constatación empírica de la existencia del obsequio tiene que ser efecto de una confusión en los términos: o los trajes no pueden ser regalo (¿los pagó?) o han de ser un regalo de tal especie (¿amistad pura y desinteresada?) que no sea incompatible con la honestidad del político."
Vamos apañaos. El voto, como en el caso Fabra, no penaliza, sino que más bien corrige y aumenta su declinación sobre el político espabilado, con recursos (ajenos) y con la gracia de saber mejor que nadie como desvestir lo real, como engalanar el ahora, y de qué manera subvertir la crisis en pantomima, la moral en morralla y el éxito en dispendios y rentas adquiridas por el rebote de la admiración de muchos ante la desfachatez lustrosa de unos pocos.
Vamos apañaos.
Vik
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