lunes, 23 de febrero de 2009

A TRES VALIENTES

Vídeo de los tanques por Valencia

No hace mucho componía en Madrid este poema y hoy, creo que debería hacer una salvedad, seguro que hay muchas más historias, pero ésta que nos cuenta Javier Alfonso bien merece que 23F esté dedicado a los que sí fueron valientes: a Gerardo, a Emilio Sandín, y a Aníbal Giménez. Ahí va mi homenaje a su ejemplo ¿Por qué no cuentan estas historias en la facultad?

EL POEMA
Estoy en algún sitio entre la Gran Vía y la Nada
Veo el neón de un teatro al otro lado de la calle
Hay obras por todas partes
Me he engullido en un Irish Coffee
(Madrid está lleno de ellos)
He pedido una pinta rubia
Ahora ya sé que hay tantas cervezas como bebedores
Y la mía es la pinta rubia

En mi pueblo hubiera pedido un tanque
Somos así de belicistas
Desde que nos sedujeron los tanques tomando la ciudad
A la pinta le llamamos tanque y no dejamos de beberla

Hemos de olvidar que nadie salió a gritar
No hubo hippies poniendo margaritas en sus cañones
Desaparecieron los comunistas por las alcantarillas
Sí hubo miedo. Y ratones asomados tras los visillos
Y quema masiva de archivos en los periódicos
y los despachos de abogados y políticos
Y llamadas en voz baja susurros de miedo
Como si los vecinos fueran a denunciarte, otra vez
Me lo contó un viejo periodista
que vivió aquello y no volvió a creer

Aquí hay silencio bien frío servido en tanques

Veo ahora los cañones de luz de la Gran Vía
Y tampoco hay margaritas ni marchitas

El miedo es la silla más cómoda
Que le puedes acercar a alguien cansado.


LA HISTORIA (Vía Es de Justicia)

Con motivo del 28 aniversario del 23-F (esto es como Carrefour, que celebra
todos sus aniversarios) los medios de comunicación y especialmente la pública
RTVE repasan cómo se vivió aquella jornada con sus protagonistas. Y como
siempre, destacan la valentía de los cámaras de televisión que siguieron
grabando en el Congreso y del fotógrafo que escondió su carrete en contra de las
órdenes de los guardias civiles, y de paso presentan como héroes a los
responsables de la única televisión y de sus informativos, que debieron de pasar
mucho miedo pero que no hicieron otra cosa que cumplir las órdenes de los
militares hasta que se marcharon. Nada que reprocharles, pero ¿cuál fue su
heroicidad?RTVE volvió a emitir recientemente el reportaje de Informe Semanal
"Aquel 23-F", emitido el 18 de febrero de 2006, que, según la nota de prensa del
ente público, "recuerda el papel de la radio y la televisión desde que Tejero
entró en el Congreso, unas imágenes que dieron la vuelta al mundo gracias a los
profesionales de RTVE. Incluye el testimonio de cuatro de los cámaras que
estaban ese día en el Congreso; Iñaki Gabilondo, entonces jefe de Informativos
de TVE; Eduardo Sotillos, director de RNE; Pedro Erquicia, que estuvo en la
grabación del mensaje del Rey, y Fernando Castedo, director general de
RTVE".Para añadir emoción a la hazaña de estos periodistas, el reportaje
intercala imágenes de los tanques tomando las calles de Valencia aquella noche
(aquí podéis ver los casi 10 minutos que se grabaron).¡Anda!, ¿y quien grabó
estas imágenes? ¿Quién se atrevió a recorrer las calles con una cámara camuflada
a dos metros de los tanques, en una ciudad donde los militares habían tomado las
emisoras de radio y televisión y habían ordenado emitir música militar y, cada
media hora, el bando de Milans del Bosch imponiendo el toque de queda que
prohibía salir a la calle? En RTVE ni se lo preguntan y el reportaje de Informe
Semanal no hace honor al trabajo de los compañeros de Valencia, a los que ni
cita.Pues fueron el cámara Aníbal Giménez Rico junto a su compañero Emilio
Sandín y el chófer del centro territorial, Gerardo (lamento no saber el
apellido), quienes escaparon de los militares por una puerta trasera y cogieron
el Seat 124 negro oficial de la emisora, al que colocaron una antigua banderola
metálica del antiguo No-do que tenían en un cajón. Se la pusieron en la parte
delantera y desfilaron junto a los tanques como si el coche fuera el de una
autoridad militar. Algunos soldados hasta se cuadraban a su paso mientras Aníbal
grababa con la cámara escondida bajo la axila. Luego, se escondió bajo un camión
y grabó la entrada de la columna militar en la ciudad. Gracias a su audacia y
valentía tenemos hoy estas imágenes.El único reconocimiento que tuvieron fueron
las llamadas de felicitación de sus jefes desde Madrid. Ni un solo premio.
Luego, el olvido. Sirvan estas líneas para que en el 29 aniversario sus colegas
de Madrid se den por enterados. Con motivo del 28 aniversario del 23-F (esto es
como Carrefour, que celebra todos sus aniversarios) los medios de comunicación y
especialmente la pública RTVE repasan cómo se vivió aquella jornada con sus
protagonistas. Y como siempre, destacan la valentía de los cámaras de televisión
que siguieron grabando en el Congreso y del fotógrafo que escondió su carrete en
contra de las órdenes de los guardias civiles, y de paso presentan como héroes a
los responsables de la única televisión y de sus informativos, que debieron de
pasar mucho miedo pero que no hicieron otra cosa que cumplir las órdenes de los
militares hasta que se marcharon. Nada que reprocharles, pero ¿cuál fue su
heroicidad?RTVE volvió a emitir recientemente el reportaje de Informe Semanal
"Aquel 23-F", emitido el 18 de febrero de 2006, que, según la nota de prensa del
ente público, "recuerda el papel de la radio y la televisión desde que Tejero
entró en el Congreso, unas imágenes que dieron la vuelta al mundo gracias a los
profesionales de RTVE. Incluye el testimonio de cuatro de los cámaras que
estaban ese día en el Congreso; Iñaki Gabilondo, entonces jefe de Informativos
de TVE; Eduardo Sotillos, director de RNE; Pedro Erquicia, que estuvo en la
grabación del mensaje del Rey, y Fernando Castedo, director general de
RTVE".Para añadir emoción a la hazaña de estos periodistas, el reportaje
intercala imágenes de los tanques tomando las calles de Valencia aquella noche
(aquí podéis ver los casi 10 minutos que se grabaron).¡Anda!, ¿y quien grabó
estas imágenes? ¿Quién se atrevió a recorrer las calles con una cámara camuflada
a dos metros de los tanques, en una ciudad donde los militares habían tomado las
emisoras de radio y televisión y habían ordenado emitir música militar y, cada
media hora, el bando de Milans del Bosch imponiendo el toque de queda que
prohibía salir a la calle? En RTVE ni se lo preguntan y el reportaje de Informe
Semanal no hace honor al trabajo de los compañeros de Valencia, a los que ni
cita.Pues fueron el cámara Aníbal Giménez Rico junto a su compañero Emilio
Sandín y el chófer del centro territorial, Gerardo (lamento no saber el
apellido), quienes escaparon de los militares por una puerta trasera y cogieron
el Seat 124 negro oficial de la emisora, al que colocaron una antigua banderola
metálica del antiguo No-do que tenían en un cajón. Se la pusieron en la parte
delantera y desfilaron junto a los tanques como si el coche fuera el de una
autoridad militar. Algunos soldados hasta se cuadraban a su paso mientras Aníbal
grababa con la cámara escondida bajo la axila. Luego, se escondió bajo un camión
y grabó la entrada de la columna militar en la ciudad. Gracias a su audacia y
valentía tenemos hoy estas imágenes.El único reconocimiento que tuvieron fueron
las llamadas de felicitación de sus jefes desde Madrid. Ni un solo premio.
Luego, el olvido. Sirvan estas líneas para que en el 29 aniversario sus colegas
de Madrid se den por enterados.

3 comentarios:

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Ali:

caigo en la cuenta
de un registro tuyo
que entinta locuciones
y pone al ritmo o imagen
una tilde sobre acento,
particular. es caligrafía
con su color y su frescura
-caigo en la cuenta-
que resucita una piedra
en pájaro, que enluta
una mueca cínica y regala
con limpidez y cordura
miradas realistas con pinta
de canción pirata.
Y si, claro que si,
-ahora que caigo-
esto es poesía.

Carajo, ¡qué habrá más
poético que saber contar
los días, la noche, el miedo,
la revuelta, el fracaso,
la alegría, el desastre,
lo sufrido, la resistencia,
el placer, los olvidos, en
fin, en principio,
el mapa de lo que hemos
visto entre la realidad
y el sueño!

Buen decir, Ali.

La altura de tus olmos
es ya de tres pisos

Víktor

Anónimo dijo...

La valiente eres tú, Alicia. Esos no.

Mi cariño.

CharlyChip dijo...

Así se escribe la historia, la realidad de la vida es bien otra...

Cuando la historia cuenta, ni están todos los que son, ni son todos los que están...

Un abrazo